domingo, 11 de marzo de 2012

El Desvelo.

En las horas del silencio, bajo el tibio clima, llega el desvelo.
La noche encapotada, las nubes pasan y se llevan mi sueño.
Sin embargo, yo te veo pasar, en cada una de ellas, y siento un anhelo.
Una incomodidad, una irritación y hasta el mas fuerte viento sureño.

Me excuso bajo este mismo desvelo para intentar llegar por la madrugada a tu ventana
y despacio y sin que lo notes tocar una parte de tu mañana.
dejar que solo por el tiempo de la noche se endurezca la savia del árbol.
y cuando despiertes... llevar mi marca por tus labios.

La habitación oscura, los ojos abiertos de par en par.
el cuerpo pide dormir y sin embargo no lo puedo conciliar.
porque cuando me doy vuelta una vez mas, te creo ver pasar
con las nubes que hacia el norte se han de marchar.

Despacio y lentamente me voy acomodando.
para el ensueño ir acariciando.
Dentro de mi reflexión ya no cabe una sola canción
y este instante que describo, queda solo plasmado
en el tiempo de otra absurda distracción.




(Con, Constanza Norambuena, ideologa virtual, artífice, aportadora y compañera de pensamientos.)